Coger arena con las manos
¡Y una y otra vez! Ahora mientras que hablo, ahora entierro la mano, ahora me embobo viendo cómo cae, ahora el pie (¡qué fresquita está en lo hondo!), ahora me echo un poco por encima… y así, infinitas veces.
Parece un vicio, nunca te cansas de seguir cogiendo más y ver como se desliza, como se desprende, como se separa, ¡cuántos granitos tiene!
Yo diría que podría utilizarse como representación de la sociedad, donde cada granito de arena aporta su parte por muy diminuta que sea, igual están muy unidos, que muy separados, pero así forman la arena de una playa entera…
uyyy! totalmente de acuerdooo!!! ademas de verdad!
ResponderEliminarEstá tan suave!!!
ResponderEliminarY me encanta ver como los niños construyen castillos de arena!