Ver repetidas veces un vídeo de tomas falsas

Verlos y una y otra vez, ¡y sobre todo si son caseros! Cuando sales tú, cuando has vivido ese momento de risa y entonces te acuerdas y te ríes aún más, cuando se lo enseñas a alguien y no se ríe, porque no lo pilla...

Hacer un vídeo y reírte con él, montarlo a tu manera...

Estas son dos tomas falsas de trabajos de clase, espero que las disfrutéis, aunque no las entendáis tanto como yo... =)

Pisar solo las rallas blancas del paso de peatones

Hacer pompas de jabón era un pequeño placer que recordábamos de pequeños, pisar sólo estas rayitas también. Ir dando saltitos para solo pisarlas, un pequeño juego que te inventas como si de verdad estuviera prohibido no pisar las blancas. Incluso es posible que lo hagas inconscientemente, mientras hablas con alguien o mientras estás entretenida con algo, y cuando de verdad te das cuenta, hay alguien a tu alrededor que te está mirando con cara extraña…

Ver como se derrite una vela

Mirar el fuego, ver como se mueve la llama, quedarte embobada…

Ver como se derrite una vela, mirarla como cambia desde que la has encendido…tocarla, la cera está blandita, incluso puedes darle la forma que te plazca. Perdería horas mirando el fuego, pasando la mano por encima, notar el calentor…o tan solo iluminar la habitación con su luz.

Rebañar el plato

Repelar con pan lo que ha quedado en el plato. Estás comiendo tan a gusto que quieres acabarte hasta la última migaja que queda, sopar con el último trozo para que el último bocado caiga mejor si cabe. ¡Y ni hablar de si se trata de tu comida favorita!, entonces haces hueco en el estómago hasta que no puedas más. Pero eso sí, rebañando el plato para el último mordisco.

Poner caras raras en las fotos

Con la lengua fuera, haciendo morritos, abriendo la boca, poniendo lo ojos bizcos…Todos nos hemos hecho alguna foto con caras raras…pero, ¿por qué? ¿Será que no nos veremos los suficientemente guapos con nuestras caras y pretendemos ocultarlas? O igual porque estamos de broma, para luego reírnos... ¡A ver quien es más fea con la cara más fea! ¿Dónde ha quedado aquello de…? PATATAAAAAAAAAA.

Bañarse de noche en el mar

Oír tan solo las olas del mar, sentirte que estás sola en ese momento, poder disfrutarlo por completo, y a la vez, inquietarte por lo que habrá bajo de ti.

Bañarte de noche, pensar, sola o acompañada, entablar una conversación eterna…

Sentirte distinta, todo se ve distinto, como diría Fito…<<lo mejor del sol, el brillo de la luna>> Sentirte iluminada tan solo por su luz… pocas sensaciones pueden mejorar esta. Yo diría que este es un pequeño gran placer.

Hacer pompas de jabón

Rellenar el tubito de plástico con agua y mistol de tu madre, mojar un poquito y soplar todo lo que puedas, ¡y una y otra vez! Verlas volando y brillando, y correr tras ellas para que con tan solo rozarlas las hagas desaparecer. Y volver a mojar y volver a soplar, y volver a recordar momentos de la infancia, reír como cuando eras niña… ¿No es verdad que en ocasiones queremos coger estos objetos con la misma ilusión que de pequeños tan solo para recordar esos momentos?

Asustar a las palomas

Echas una miguita y aparece una, y de repente, ¡hay tantas que ni las puedes contar! Seguramente llevan comiendo todo el día a base de gusanitos de todo el mundo, pero te miran con esa cara de penita para que les des más… ¡Y encima vas y lo único que se te ocurre es correr detrás de ellas para asustarlas! Seguramente será porque confías en que echarán a volar, tú no pretendes hacerles daño, pero ellas son las que no confían en ti. Sin embargo, al día siguiente volverás a correr tras ellas…

Coger arena con las manos

¡Y una y otra vez! Ahora mientras que hablo, ahora entierro la mano, ahora me embobo viendo cómo cae, ahora el pie (¡qué fresquita está en lo hondo!), ahora me echo un poco por encima… y así, infinitas veces.

Parece un vicio, nunca te cansas de seguir cogiendo más y ver como se desliza, como se desprende, como se separa, ¡cuántos granitos tiene!

Yo diría que podría utilizarse como representación de la sociedad, donde cada granito de arena aporta su parte por muy diminuta que sea, igual están muy unidos, que muy separados, pero así forman la arena de una playa entera…

Encontrar una patata frita gigante en tu menú

No crees lo que estás viendo, pero sí, ¡es una patata enorme! Destaca entre las demás, y qué casualidad que te ha tocado a ti…

¿Por qué nos sorprendemos tanto si a todo el mundo alguna vez le ha tocado una? Porque es una patata gigante… porque sólo te ha tocado a ti… porque segurísimo que se la enseñas a tu acompañante y dices: <<¡mira qué patata!>>

¿Será que por un momento nos sentimos privilegiados? Al fin y al cabo sigue siendo una patata del mismo sabor que todas las demás… pero eso sí, ENORME.

Ver a una pareja de abuelitos cogidos de la mano

Ayudarse el uno al otro, estar siempre unidos, vivir cada experiencia juntos…

¿Qué se siente al ver a una pareja así? ¿Ternura? Yo diría notar como esbozas una sonrisa sin saber bien por qué.

Tenerse el uno al otro es lo que les hace seguir, ahora estaría bien indicada la frase “hasta que la muerte los separe”, ¡y nunca mejor dicho!, sobre todo, cuando sabes que llevan más de cincuenta años juntos, mas de media vida…

Compartir un bocado de tu bocadillo

Tienes hambre, sí, tu amiga está comiendo un gigantesco bocadillo, y encima, de aquello que más te gusta, mmm… ¡Qué bonito el compartir un bocado del bocadillo! A ella no le importa, a ti no te importa, de hecho, le das del tuyo si hace falta.

Tener la suficiente confianza con una persona como para que te de de todo lo que ella tiene…es precioso. Compartir, amistad, ¿alguien da más?

Pasar las hojas del calendario

Pasar una simple hoja…pero, ¿por qué? Si sólo es una hoja, un simple papel, que prácticamente lo único que hace es cambiar el nombre de un mes a otro…

Pues no, no es una simple hoja; ¡es una hoja de un mes! Un mes entero, una etapa entera, que igual quieres olvidarla y por eso la arrancas con tanta fuerza, o quizás ha sido tan buena que deseas que la siguiente mejore si cabe…

Y lo mejor, es ese pequeño troquelado que tienen todas para poder sacarlas, esos pequeños agujeritos que hacen que se arranquen perfectas.

No, no es una simple hoja, es la hoja que esperas hasta el último día para arrancar.

Darte cuenta de que has tirado la cuchara a la basura y el yogurt al fregador

¿Cuántas veces nos ha ocurrido? ¿En que estaríamos pensando en ese momento? Quizás la simple distracción sea lo que nos hace confundirnos, pero lo bueno es cuando te vuelves y te vas riéndote sola, mientras te cruzas con tu madre y te mira con cara extraña preguntándose << ¿De que se reirá?>>.

Nada, un simple hecho producto de nuestra cabecita distraída que no piensa lo que hace ni hace lo que piensa.